En el mundo del entretenimiento colombiano, el programa “Sábados Felices” se ha consolidado como un ícono del humor y la televisión, celebrando este próximo febrero 50 años de su creación. Este show no solo ha sido un referente en la comedia, sino que también ha sido la plataforma de lanzamiento para numerosos humoristas que han dejado huella en la industria.
Hablar de “Sábados Felices” es recordar a figuras que, lamentablemente, ya no están con nosotros; algunos han fallecido, otros fueron despedidos, y muchos más optaron por caminos diferentes en sus carreras. Uno de los nombres más destacados en la historia de este programa es Alfonso Lizarazo, su fundador, quien dedicó casi 30 años de su vida a dirigir y presentar este exitoso formato.
La historia de Lizarazo es una de perseverancia y pasión. Nació en una familia humilde y desde joven mostró un gran talento para el canto, lo que lo llevó a participar en un programa de radio en Santander. Sin embargo, su llegada a Bogotá marcó un cambio en su vida.
A pesar de tener la intención de estudiar leyes o ingeniería, Lizarazo se vio inmerso en el mundo de la radio y, eventualmente, la televisión. Consciente de que no tenía formación en el humor, supo aprovechar su talento vocal y su carisma para crear un programa que cambiaría el panorama del entretenimiento colombiano.
A medida que “Sábados Felices” ganaba popularidad, Lizarazo no solo se enfocó en el humor, sino que también impulsó iniciativas sociales. Una de sus campañas más memorables fue “Lleva una escuelita en tu corazón”, que buscaba ayudar a niños de escasos recursos a acceder a la educación.
Gracias a la generosidad de la audiencia, se lograron construir numerosas escuelas en diferentes regiones del país, lo que demuestra el impacto positivo que un programa de entretenimiento puede tener en la sociedad.
No obstante, la carrera de Lizarazo no estuvo exenta de dificultades. En 1994, fue secuestrado por la guerrilla en un incidente que marcó profundamente su vida. A pesar de esta experiencia traumática, Lizarazo optó por no guardar rencor, mostrando una perspectiva comprensiva sobre las circunstancias que llevaron a esas personas a actuar de esa manera.
En 1998, después de tres décadas en “Sábados Felices”, Lizarazo tomó la decisión de abandonar el programa, una transición que lo llevó a incursionar en la política como senador de la República. Sin embargo, su trayectoria política fue breve y, en muchos sentidos, complicada, dado que durante años había satirizado a la clase política colombiana.
A pesar de los retos, Lizarazo ha mantenido una vida tranquila en Barranquilla junto a su esposa, disfrutando de su legado y del impacto que tuvo en el mundo del entretenimiento. Su historia es un recordatorio de que, detrás de las risas y el humor, hay una profunda conexión con la realidad social del país. Hoy en día, su figura puede ser considerada un tanto olvidada, pero su influencia sigue resonando en la cultura colombiana.
El fenómeno de “Sábados Felices” es un claro ejemplo de cómo el humor puede servir como un vehículo para la reflexión social, al mismo tiempo que entretiene. A medida que nos acercamos al aniversario del programa, es importante recordar y reconocer a aquellos que han contribuido a su éxito y a su legado en el corazón de los colombianos. Así, la historia de Alfonso Lizarazo y “Sábados Felices” continúa siendo un capítulo fundamental en la narrativa del entretenimiento en Colombia.