Margarita Rosa de Francisco es, sin duda, una de las figuras más emblemáticas de la televisión colombiana. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, su influencia se ha sentido en múltiples generaciones, y su legado continúa resonando en la cultura popular del país. Nacida en Cali el 8 de agosto de 1965, Margarita proviene de una familia creativa; su padre, Gerardo de Francisco, era músico, cantante y actor, y su madre, Mercedes Vaquero, diseñadora de moda. Desde pequeña, Margarita mostró una inclinación hacia las artes, lo que la llevó a explorar diversas formas de expresión, como el baile, el dibujo y la música.

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A los 14 años, se inscribió en clases de ballet en el Conservatorio Antonio María Valencia, donde perfeccionó su técnica. Sin embargo, un problema de columna truncó sus sueños de convertirse en bailarina profesional. A pesar de este contratiempo, Margarita se negó a rendirse y comenzó a dirigir su enfoque hacia la actuación. Su primer gran oportunidad llegó en 1982, cuando protagonizó “Tacones”, una comedia musical dirigida por Carlos Mayolo, donde tuvo la oportunidad de trabajar junto a su madre. Aunque la película no tuvo el éxito esperado, fue un paso importante en su carrera.

El verdadero despegue de Margarita Rosa de Francisco llegó con la telenovela “Gallito Ramírez” en 1986, donde interpretó a Carmensa la Valle, la enamorada del personaje principal, interpretado por Carlos Vives. La serie, que retrataba la vida de un aspirante a boxeador, fue un gran éxito y consolidó a Margarita como una de las actrices más queridas de la televisión colombiana. Sin embargo, el éxito no llegó sin desafíos. Durante la producción, surgieron tensiones entre el equipo creativo, lo que culminó en la renuncia de varios miembros clave. A pesar de esto, “Gallito Ramírez” se mantuvo en la memoria del público y dejó una marca indeleble en la industria.

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Después de “Gallito Ramírez”, Margarita se aventuró en el periodismo, convirtiéndose en la presentadora del noticiero “24 horas”, donde su carisma y estilo atrajeron aún más la atención del público. Durante esta etapa, surgieron rumores de un romance con su compañero de trabajo, Mauricio Gómez, pero estos fueron rápidamente desmentidos cuando su relación con Carlos Vives se hizo pública. La pareja se casó en 1988 en una ceremonia privada en Cali, pero, lamentablemente, su unión no duró mucho, y en 1990 anunciaron su separación. A pesar de su divorcio, ambos han mantenido una amistad cercana, lo que habla de su madurez y respeto mutuo.

A lo largo de su carrera, Margarita ha asumido diversos papeles que han puesto de relieve su versatilidad como actriz. Participó en la controvertida miniserie “Los pecados de Inés de Hinojosa”, que marcó un hito en la televisión colombiana al incluir escenas de desnudez y temáticas lesbianas, lo que la convirtió en un referente de la apertura y la evolución de los contenidos en la pantalla. En 1990, se unió a la telenovela “Calamar”, donde interpretó a una mujer en una historia llena de piratas y aventuras, mostrando así su disposición a explorar diferentes géneros.

En 1994, Margarita Rosa de Francisco alcanzó un nuevo nivel de reconocimiento internacional con “Café con aroma de mujer”, una telenovela que se convirtió en un fenómeno no solo en Colombia, sino en toda América Latina. Interpretando a Gaviota, la historia de amor entre su personaje y un empresario del café se volvió icónica, y la serie es considerada un clásico. Esta producción no solo consolidó su estatus como actriz, sino que también la llevó a incursionar en la música, contribuyendo a las bandas sonoras de la serie y lanzando su propio álbum, “Margarita Rosa”.

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Después de varios éxitos, Margarita decidió tomar un descanso de la actuación, pero su regreso fue triunfal en 1996 con “Ilona viene con la lluvia”, una adaptación de la obra de Álvaro Mutis. En esta película, su actuación fue aclamada, y su habilidad para encarnar personajes complejos la reafirmó como una de las mejores actrices de su generación.

En el ámbito personal, Margarita ha enfrentado sus propios desafíos y decisiones difíciles. Su vida amorosa ha sido objeto de atención mediática, especialmente su decisión de no tener hijos, algo que ha suscitado muchas especulaciones. A pesar de los rumores y la presión de la sociedad, Margarita ha sido firme en sus convicciones y ha enfocado su energía en su carrera y sus pasiones personales.

Desde 2009, Margarita Rosa de Francisco ha estado en una relación con el fotógrafo y productor holandés Will van der Vugt. A lo largo de los años, han compartido momentos entrañables a través de las redes sociales, mostrando una conexión genuina y una vida llena de amor y aventura. Aunque no han formalizado su unión a través del matrimonio, su relación ha traído a Margarita una estabilidad emocional que parece haberle faltado en el pasado.

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En cuanto a su vida actual, Margarita reside en Miami, Florida, desde hace más de una década. Esta decisión fue impulsada por su relación con Will, quien ha estado a su lado durante este tiempo. A pesar de la distancia, Margarita mantiene un fuerte vínculo con Colombia, donde continúa apoyando causas sociales y expresando sus opiniones sobre la situación política y cultural del país. Su voz se ha hecho eco de las realidades colombianas, y su compromiso con las causas sociales resalta su amor por su patria.

A lo largo de su vida, Margarita Rosa de Francisco ha demostrado ser más que una actriz; es una mujer con una fuerte personalidad, convicciones firmes y un compromiso constante con su arte y su país. Su legado en la televisión colombiana es innegable, y su historia sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas. A medida que continúa explorando nuevas facetas de su carrera y vida personal, Margarita Rosa se reafirma como un ícono perdurable en la cultura latina, recordándonos que la verdadera esencia del éxito radica en la autenticidad y la pasión.