A los 74 años, Ofelia Medina es una de las figuras más emblemáticas del entretenimiento mexicano. Con una carrera de 55 años que abarca cine, teatro y televisión, se ha ganado un lugar destacado no solo en el ámbito artístico, sino también en el corazón de México. Desde sus comienzos, Medina demostró un talento excepcional, logrando destacarse en las primeras telenovelas mexicanas y contribuyendo al auge de este género. Fue pionera en un medio dominado por actrices consagradas como Silvia Derbez y Amparo Rivelles, y su irrupción en la televisión marcó un cambio hacia papeles protagónicos para actrices jóvenes.

La carrera de Ofelia comenzó con fuerza en 1968 cuando protagonizó Patsy, mi amor, una película que contó con el guion de Gabriel García Márquez y la actuación de grandes figuras como Joaquín Cordero y Julio Alemán. Aunque la película no tuvo el éxito esperado, su interpretación capturó la atención de productores y directores, llevándola a otros proyectos notables. En el mundo de las telenovelas, su actuación en Rina, donde interpretó a una joven vendedora jorobada que hereda una fortuna, se convirtió en un fenómeno. Esta novela no solo marcó un hito en la televisión mexicana al emitirse en horario nocturno, sino que también rompió esquemas con su representación de escenas más audaces para la época.

A pesar del éxito, Ofelia nunca se sintió completamente cómoda en el mundo de la fama y la televisión. En el apogeo de su carrera, decidió alejarse temporalmente para estudiar con Lee Strasberg en Nueva York y luego viajó a Dinamarca, buscando alejarse de los reflectores. Su regreso a México fue breve, y después de una década lejos de la televisión, aceptó participar en Para toda la vida, una coproducción entre México y Chile basada en la historia de La madrastra. Sin embargo, la producción se encontró con varios desafíos y la falta de química entre los protagonistas afectó su recepción. Además, Ofelia se sintió limitada por las condiciones de trabajo, lo que la llevó a abandonar abruptamente la serie en 1996, en medio de las grabaciones, para asistir a una conferencia de apoyo a los grupos étnicos en Chiapas. Su decisión provocó un escándalo en la industria y la colocó en conflicto directo con Televisa, resultando en un veto que perduró por años.

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A lo largo de su vida, Medina ha sido una firme defensora de los derechos humanos y el bienestar de las comunidades indígenas. En particular, su activismo durante el levantamiento en Chiapas en 1994 la consolidó como una voz comprometida con las causas sociales en México. Este activismo, sin embargo, también le trajo complicaciones profesionales, especialmente cuando su decisión de apoyar causas sociales y su rechazo a compromisos contractuales le ganaron enemigos en la industria.

En el ámbito personal, la vida de Ofelia Medina ha sido igualmente intensa. Se casó dos veces: primero con el cinefotógrafo Alex Phillips Jr., con quien tuvo un hijo, David, y luego con el actor Pedro Armendáriz Jr., con quien tuvo otro hijo, Nicolás. Aunque ambos matrimonios fueron breves, Ofelia mantuvo una relación cercana con sus hijos y continuó construyendo su carrera sin depender de figuras masculinas, lo que reflejó su espíritu independiente. En años recientes, Medina reveló detalles de su relación con Enrique Álvarez Félix, hijo de María Félix, quien en dos ocasiones le propuso matrimonio ofreciéndole incluso la herencia de su madre, una oferta que ella rechazó, optando siempre por mantenerse fiel a sus principios y libertad personal.

De mi pasado no cambiaría nada, dice Ofelia Medina

Actualmente, a pesar de que su activismo se ha reducido con los años, Ofelia sigue siendo una figura influyente en el ámbito cultural mexicano. Recientemente, expresó su preocupación por la crisis de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, que canceló los premios Ariel en 2023 debido a problemas de financiamiento. En respuesta, Ofelia ha organizado una subasta benéfica para recaudar fondos en apoyo al cine mexicano, mostrando su compromiso con la cultura y el arte en su país.

Ofelia Medina no solo es recordada como una gran actriz; también es vista como una mujer de convicciones fuertes, alguien que desafió las normas establecidas y que continúa siendo un modelo de integridad y valentía. Con su legado artístico y humanitario, Ofelia Medina ha dejado una marca indeleble en el panorama cultural mexicano, inspirando a nuevas generaciones y recordando que la fama y el éxito son solo un aspecto en la vida de una mujer que se define por su coraje y compromiso social.