La Historia de Lucero y Manuel Mijares: Una Relación que Transcendió el Amor y la Música

Quién no ha cantado a todo pulmón las canciones de Mijares, cuyas melodías han acompañado a generaciones enteras en momentos de alegría, amor y desamor. Con una carrera que abarca más de tres décadas, la voz del cantante mexicano ha sido un refugio emocional para millones de personas.

Pero más allá de su éxito como cantante, Mijares ha estado permanentemente vinculado a otro gran nombre de la música mexicana: Lucero, su famosa exesposa, quien fue durante años su compañera no solo en la vida personal, sino también en los escenarios. Su relación fue vista como un cuento de hadas, un amor ideal que cautivó al público.

Sin embargo, ¿qué ocurrió realmente detrás de cámaras? ¿Qué llevó a que su relación se desmoronara cuando parecía indestructible? A través de los años, muchas han sido las especulaciones sobre su separación, pero hoy conocemos los detalles de lo que ocurrió, cómo Manuel Mijares ha logrado reconstruirse como uno de los más grandes íconos de la música latina y cómo, a pesar de todo, sigue siendo más que “el exmarido de Lucero”.

Aunque Mijares lleva más de 35 años de carrera, logrando hitos musicales que lo han colocado entre los grandes de la música latina, su nombre sigue asociado a Lucero. Esta realidad refleja cómo, en el mundo de las celebridades, la identidad de una persona puede quedar eclipsada por sus relaciones personales, especialmente cuando se trata de parejas que son también figuras mediáticas. Sin embargo, la carrera de Mijares nunca dependió de su relación con Lucero. Fue forjada con esfuerzo, talento, disciplina y pasión por la música.

Manuel Mijares nació en la Ciudad de México en 1958, en el seno de una familia con una fuerte influencia artística gracias a su madre, profesora de danza. Desde muy joven, mostró su inclinación por la música, aunque su camino no fue fácil. A diferencia de otros artistas que alcanzan la fama rápidamente, Mijares trabajó arduamente desde sus inicios en el coro escolar y en grupos musicales formados con amigos.

Su gran oportunidad llegó cuando fue seleccionado como vocalista principal de Los Continentales, una banda con la que estuvo durante siete años, perfeccionando su estilo y habilidad vocal. Contrario a lo que algunos piensan, su éxito no fue fruto de la suerte, sino de una preparación constante. A los 22 años, Mijares se mudó a Japón, donde no solo adquirió valiosas lecciones, sino que comenzó a cimentar las bases de su gran carrera. En 1981, se presentó en el Festival Valores Juveniles, lo que marcó el inicio de su carrera como cantante.

Su primera oportunidad discográfica llegó con el apoyo de EMI Capitol, que le dio la oportunidad de grabar sus dos primeros álbumes, los cuales fueron fundamentales para su carrera. Mijares no solo destacó como cantante, sino también por su gran humanidad. En una ocasión, prestó sus pistas a una compañera que no podía participar en el concurso debido a que su padre le había roto las canciones. Su primer LP homónimo, lanzado en 1986, lo consolidó como un artista internacional, especialmente con éxitos como “Bella”, “Poco a poco” y “Siempre”, canciones que se convirtieron en himnos.

Fue en 1985 cuando Mijares y Lucero se conocieron en el set de la película Escápate conmigo. A pesar de la diferencia de edad, su conexión fue inmediata. Mientras Lucero, a sus 16 años, ya gozaba de una exitosa carrera como actriz y cantante, Mijares, a sus 27, apenas comenzaba a hacerse un nombre en el mundo de la música.

Su relación, que inicialmente fue de admiración y respeto mutuo, evolucionó rápidamente y, en 1996, confirmaron su romance. En 1997, se casaron en una ceremonia espectacular que se transmitió en vivo y fue vista por más de 50 millones de personas, convirtiéndola en una de las bodas más mediáticas de la historia reciente de México.

No obstante, como ocurre en muchas relaciones de alto perfil, comenzaron a surgir rumores sobre su matrimonio, especulaciones sobre diferencias de edad y hasta acusaciones de infidelidad. Sin embargo, Mijares y Lucero lograron mantener la imagen de una pareja unida y feliz ante el público. En 2001, el nacimiento de su primer hijo, José Manuel, consolidó aún más su imagen de familia ideal.

Cuatro años después, llegaron a ser padres de Lucerito, y los rumores sobre su matrimonio, aunque persistentes, parecían desmentirse con cada gesto de cariño y amor público. A pesar de todo, las tensiones en su relación comenzaron a ser más evidentes entre 2008 y 2010. Aunque intentaron mantener la imagen de una pareja feliz, los rumores sobre su separación continuaban.

Fue en marzo de 2011 cuando, finalmente, después de 14 años de matrimonio, Lucero y Mijares anunciaron oficialmente su separación. El divorcio fue un golpe mediático que sorprendió a muchos, pero la pareja, siempre con dignidad, manejó la situación de manera respetuosa.

A pesar de la separación, ambos dejaron en claro que su relación había cambiado, pero el respeto y el cariño mutuo permanecían. De hecho, en varias entrevistas posteriores, tanto Lucero como Mijares hablaron de cómo su separación fue gradual, en parte debido a sus agendas complicadas y las constantes giras de ambos.

En diciembre de 2020, Mijares reveló los verdaderos motivos detrás de su separación. Aseguró que la distancia fue un factor importante, ya que ambos estaban muy ocupados con sus carreras y pasaban mucho tiempo separados. Sin embargo, siempre se han respetado y siguen tratándose con el mismo cariño. Por su parte, Lucero también se refirió a su divorcio como algo natural, destacando que, aunque dejaron de ser esposos, siguen siendo amigos y mantienen una excelente relación.

Lo que más ha sorprendido a sus seguidores es la forma en que, a pesar del fin de su matrimonio, Lucero y Mijares han logrado mantener una relación cordial, llena de respeto y cariño. En diversos momentos, ambos han mostrado su apoyo mutuo, como cuando Mijares compartió con su hija Lucerito una canción grabada junto a él, lo que emocionó profundamente a Lucero, quien no pudo contener las lágrimas. Ese momento no solo reflejó el amor hacia su hija, sino también la profunda conexión que Lucero y Mijares continúan compartiendo como familia.

Hoy en día, Lucero y Mijares siguen siendo un ejemplo de cómo dos personas pueden superar las diferencias, el dolor y los rumores, y enfocarse en lo positivo. Aunque sus caminos como pareja amorosa ya no existan, la amistad y el respeto entre ellos siguen vivos, tanto en su rol como padres como en su relación profesional.

Ambos siguen siendo dos de los nombres más queridos en la música mexicana, y su historia de amor, separación y amistad continúa cautivando a miles de personas. A pesar de los cambios en sus vidas, lo que nunca ha cambiado es el profundo amor y respeto que tienen por su familia y por el legado que han construido juntos.