Irma Serrano, conocida popularmente como “La Tigresa”, fue una figura emblemática en la cultura mexicana que dejó una huella indeleble en la música, el cine y la política. Nacida el 9 de diciembre de 1933 en Comitán de Domínguez, Chiapas, Irma vivió una vida llena de luces y sombras, marcada por su inconfundible personalidad y su talento artístico.
A mediados de la década de 1950, Serrano lanzó su carrera musical con el apoyo de Columbia Records, y su primer éxito, “Canción de un preso”, la catapultó a la fama. A medida que su carrera despegaba, también hizo su debut en el cine, participando en películas de acción y comedia que capturaron la atención del público. Durante los años 60 y 70, Serrano se consolidó como una de las intérpretes más destacadas de la música ranchera, recibiendo numerosos premios y reconocimiento en festivales y concursos.
El apodo “La Tigresa” surgió en torno a 1968, gracias a una tira cómica que reflejaba su personalidad feroz y su estilo audaz. Este sobrenombre la acompañó en su carrera, convirtiéndose en un símbolo de su singularidad y carisma. A lo largo de su vida, Serrano se destacó por su presencia en el escenario, su forma de vestir y su actitud desafiante, lo que la convirtió en un ícono para muchas generaciones.
A partir de la década de 1990, Irma Serrano se aventuró en la política, convirtiéndose en senadora por Chiapas. Su carrera política, aunque breve, fue significativa; inicialmente se unió al Partido Revolucionario Institucional, pero más tarde se trasladó al Partido de la Revolución Democrática y finalmente sirvió como independiente. Durante su mandato, luchó por los derechos de su comunidad y por causas sociales, convirtiéndose en una voz activa en el Senado.
La vida personal de Irma Serrano fue tan colorida como su carrera. Tuvo romances notorios, siendo el más famoso su relación con el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, que causó revuelo en la sociedad mexicana. Su amorío con Ordaz comenzó en un contexto de agitación política, y ella misma describió la relación en términos de afecto profundo, aunque también reconoció las dificultades que enfrentaron debido a la presión de la política y la interferencia de la esposa del presidente. La relación eventualmente terminó, en gran parte debido a la tensión entre Serrano y la primera dama, lo que afectó su carrera en la industria del entretenimiento.
A lo largo de los años, Serrano publicó varios libros donde compartió su vida, sus amores y sus experiencias en la industria del entretenimiento y la política. En obras como “A calzón amarrado” y “Sin pelos en la lengua”, ofreció una mirada franca y sin censura a su vida, sus relaciones y su perspectiva sobre la sociedad mexicana. Su estilo audaz y su autenticidad resonaron con muchos, lo que la convirtió en una figura aún más querida.
Sin embargo, la vida de Irma no estuvo exenta de controversias. A medida que envejecía, enfrentó varios problemas legales y financieros, incluida una batalla por la propiedad de su querido teatro, el Teatro Fru Fru. En 2009, fue arrestada por cargos de robo y despojo, lo que provocó una ola de especulaciones sobre su estado de salud y su bienestar. A pesar de estas dificultades, su espíritu indomable nunca disminuyó.
El 1 de marzo de 2023, a la edad de 89 años, Irma Serrano falleció debido a una insuficiencia cardíaca. Su muerte fue un golpe duro para el mundo del entretenimiento y la política en México. La Asociación Nacional de Actores y numerosos colegas expresaron su tristeza y admiración por su legado. A lo largo de su vida, Serrano había logrado cautivar a generaciones con su talento y su carisma, dejando un impacto duradero en la cultura mexicana.
La noticia de su fallecimiento fue seguida por una ola de tributos en redes sociales, donde muchos compartieron recuerdos y reflexiones sobre su vida y su contribución al arte. Irma Serrano, con su voz poderosa, su personalidad vibrante y su valentía para romper moldes, será recordada como una pionera que desafió las normas y dejó un legado significativo en la historia de México. Su vida, llena de pasión, desafíos y amor, continúa inspirando a muchos que la admiraron y la veneraron como “La Tigresa”.