Ángela Carrasco, una de las figuras más influyentes de la música hispana, ha admitido recientemente lo que muchos ya sospechaban: su camino ha estado lleno de desafíos, pero su amor por la música y su resiliencia la han mantenido en el corazón de sus seguidores.

A punto de cumplir 80 años, esta icónica cantante dominicana continúa balanceando su carrera con su vida familiar, mientras enfrenta los altibajos que la vida le presenta.

Desde sus humildes comienzos en Pepillo Salcedo, República Dominicana, hasta convertirse en una estrella internacional, Ángela ha dejado una huella imborrable en la música latina.

Con solo 7 años, debutó en el mundo del entretenimiento y a los 13 ya impartía clases de guitarra. Su gran oportunidad llegó en 1970, cuando fue elegida para interpretar a María Magdalena en la versión española de Jesucristo Superstar junto a Camilo Sesto, un momento que catapultó su carrera y la estableció como una de las grandes voces de su tiempo.

Sin embargo, no todo ha sido fácil. La pérdida de su gran amigo y colaborador Camilo Sesto en 2019 marcó un doloroso capítulo en su vida. Ángela expresó su profundo dolor, recordando la inquebrantable amistad que compartieron y cómo su legado sigue vivo en su música.

A lo largo de los años, Ángela ha enfrentado problemas de salud, incluyendo un desmayo en pleno escenario, lo que generó preocupación entre sus seguidores. A pesar de los retos, su pasión por la música nunca ha flaqueado. Su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y su dedicación a su arte la han mantenido vigente en la industria, colaborando con artistas como Juan Gabriel y Celia Cruz.

A medida que se acerca a sus 80 años, Ángela ha encontrado un equilibrio entre su carrera y su vida personal, priorizando a su familia sin dejar de lado su amor por el escenario. En 2023, fue reconocida por el Senado de la República Dominicana por sus más de 45 años en la música, un testimonio del respeto y admiración que ha ganado en su país natal.

Ángela Carrasco es más que una artista; es un símbolo de fortaleza y pasión, demostrando que la música puede ser un vehículo para la resiliencia. Su historia sigue inspirando a generaciones, y aunque ha enfrentado momentos difíciles, su legado musical perdura. La historia de Ángela está lejos de terminar, y su voz, cargada de emoción y experiencia, sigue resonando en el corazón de todos los que la escuchan.