En un emocionante desafío culinario, los participantes se encontraron con una serie de ingredientes poco comunes que debían utilizar para preparar una receta deliciosa y saludable. Sin embargo, la competencia se volvió aún más complicada al establecerse que no podían usar ningún tipo de grasa y debían cocinar únicamente en una olla. Esto limitó considerablemente sus herramientas y forzó a los concursantes a pensar de manera creativa al momento de elaborar sus platos.

Uno de los momentos más impactantes de la prueba ocurrió cuando Juan Pablo tomó la arriesgada decisión de abrir un sobre sorpresa. Esta elección le otorgó un importante beneficio, ya que pudo subir directamente al balcón, dejando a sus compañeras, Cony y Dominica, cocinando solas. Esta situación no fue bien recibida por Camelo, quien mostró su descontento, ya que la distribución de las parejas había sido pensada cuidadosamente.

Durante el desarrollo del reto, las tensiones comenzaron a surgir entre Cony y Dominica. A pesar de que ambas intentaron trabajar en equipo, no lograron llegar a un acuerdo en las decisiones clave para la creación del plato. Cony tomó la iniciativa y propuso una receta, pero Dominica, que no conocía bien algunos de los ingredientes, se sintió relegada y optó por apoyarla en otras tareas. Esto generó malestar en Camelo, quien opinó que Dominica debería haber contribuido más activamente, mientras que Dominica sentía que Cony prefería actuar de manera individual.

La incomodidad fue palpable, y Dominica expresó en entrevistas que sentía que estaban “yendo con la corriente” sin un rumbo claro. Un incidente crítico ocurrió cuando Nicolás de Zubiría visitó la estación de cocina y probó lo que estaban preparando. Su comentario sobre la falta de sabor en el plato no fue bien recibido por Cony, quien se mostró defensiva ante las críticas.

Dominica, por otro lado, admitió su inseguridad, lo que hizo que Cony se sintiera aún más frustrada. En medio de las entrevistas, Cony no dudó en afirmar que había tomado casi todas las decisiones y que había ejecutado las tareas clave, dejando entrever su desdén por la actuación de Dominica.

Las reacciones del público no tardaron en llegar a través de las redes sociales, donde muchos televidentes criticaron la actitud de Cony hacia Dominica. Los comentarios no se hicieron esperar, señalando que aunque el plato resultó ser exitoso, la forma en que Cony se comportó con su compañera era intolerable. Frases como “le salió de chiripa ese plato, pero su actitud es insoportable” resonaron entre los seguidores del programa.

Finalmente, a pesar de las tensiones y la falta de conexión como pareja, Cony y Dominica lograron ganar el reto, lo que les otorgará una importante ventaja en el próximo desafío. Este giro en la competencia no solo resalta las habilidades culinarias de los participantes, sino que también pone de manifiesto la importancia de la colaboración y la comunicación en un entorno de alta presión. Con la mirada puesta en los siguientes retos, los concursantes deberán superar no solo las dificultades en la cocina, sino también las dinámicas interpersonales que se desarrollan en el camino.