La historia de Freddy Mercury es una de las más conmovedoras y fascinantes de la música, pero a menudo se pasa por alto la figura de Mary Austin, una mujer que desempeñó un papel fundamental en la vida del icónico cantante. Conocida por su relación cercana y profunda amistad con Mercury, Mary fue la persona que estuvo a su lado desde sus primeros días en el mundo de la música hasta los momentos más oscuros de su lucha contra la enfermedad que finalmente le arrebataría la vida.
Freddy Mercury y Mary Austin se conocieron en Londres a principios de los años 70, antes de que la fama de Queen despegara. Freddy, que aún no era conocido por el público, vendía ropa vintage en el mercado de Kensington, mientras que Mary trabajaba en una tienda de ropa llamada “Viva”. Aunque Freddy ya era un joven de 24 años con una personalidad llamativa y un estilo extravagante, la sencillez de Mary le atrajo de inmediato. Mary, por su parte, provenía de una familia sordomuda, lo que le dio una perspectiva única sobre la vida y la comunicación.
A pesar de sus humildes comienzos, la pareja vivió un romance sencillo pero profundo, escuchando música y dando largos paseos por Londres debido a la falta de dinero. Durante este tiempo, Freddy comenzó a escribir canciones, apoyado siempre por Mary, quien lo acompañó en su travesía en los primeros días de Queen. Fue en 1973 cuando la banda lanzó su primer álbum y su vida comenzó a cambiar. Poco después, Freddy escribió “Love of My Life”, una balada que muchos interpretan como una declaración de amor hacia Mary.
La relación entre ellos no estuvo exenta de dificultades. Aunque Freddy y Mary se comprometieron y Freddy le propuso matrimonio de una manera original y divertida, su relación de pareja terminó después de tres años. La fama de Queen había crecido rápidamente, y con ella, las tensiones de la vida pública y los cambios en la vida personal de Freddy. Fue entonces cuando Freddy le confesó a Mary su orientación sexual no tradicional, lo que cambió la dinámica de su relación, pero no su profunda amistad.
A pesar de su ruptura, Mary siguió siendo una constante en la vida de Freddy. En los años siguientes, ella se instaló cerca de su hogar y trabajó como asistente personal, acompañándolo en sus giras y conciertos. Freddy, a pesar de estar rodeado de admiradores y de vivir una vida de excesos, siempre encontraba consuelo en Mary, quien lo conocía de una manera única. En su lucha contra el VIH, fue Mary quien estuvo junto a él en sus momentos más difíciles, siendo testigo de su deterioro físico y emocional.
Tras la muerte de Freddy Mercury en 1991, Mary enfrentó muchas dificultades, no solo por la pérdida de su amigo y compañero de vida, sino también por los conflictos legales relacionados con el testamento de Freddy, que le dejó la mayor parte de su fortuna. A lo largo de los años, Mary fue la encargada de cumplir los últimos deseos de Freddy, que incluían esparcir sus cenizas en un lugar secreto, algo que ella hizo sin revelar la ubicación a nadie.
A pesar de su relación tan cercana con Freddy, Mary Austin optó por mantener un perfil bajo, alejándose de los reflectores y del público. Aunque se negó a participar en la película biográfica de Queen, “Bohemian Rhapsody”, Mary aprobó el guion y le permitió al director utilizar su historia. En 2018, Mary cumplió 67 años y seguía viviendo en la mansión que Freddy le dejó, un lugar que ha permanecido como un santuario privado para ella.
Sin embargo, en 2023, Mary sorprendió al mundo al anunciar que subastaría algunas de las pertenencias más personales de Freddy, incluidas cartas, disfraces e instrumentos. Esta decisión fue una forma de cerrar un capítulo importante de su vida y de permitir que el legado de Freddy continúe, con el respeto y la admiración de los fanáticos de todo el mundo.
La historia de Freddy Mercury y Mary Austin es una de amor incondicional, amistad y sacrificio. A través de los altibajos de la vida, Mary siempre estuvo al lado de Freddy, no solo como su pareja, sino como su más fiel amiga. Su relación trascendió los límites del romance para convertirse en una de las historias más conmovedoras de la historia de la música. Aunque Mary eligió vivir una vida tranquila lejos de los medios, su amor por Freddy Mercury perdura en el corazón de los fanáticos y en la memoria colectiva de aquellos que lo admiraron y lo seguirán admirando por siempre.