Franko Bonilla, el más reciente eliminado de MasterChef Celebrity, ha compartido sus experiencias y reflexiones sobre su paso por el programa, enfocándose en su difícil relación con la participante Connie Camelo. En una reciente entrevista, Franko comentó que nunca hubo una verdadera conexión con Connie, quien, según él, no mostró interés en conocerlo ni en lo personal ni en la cocina.
Franko explicó que respetó los límites que ella le impuso desde el principio. A pesar de intentar acercarse y establecer una comunicación, Connie parecía estar constantemente distante y frustrada. En su relato, el comediante enfatiza que en un entorno donde convivieron muchas horas, la falta de diálogo fue evidente. Intentó mantener una postura de respeto hacia su espacio, pero el formato del programa obligó a que sus caminos se cruzaran en numerosas ocasiones.
Franko también reflexionó sobre su desempeño en la competencia, donde logró destacarse en algunos retos, aunque reconoció que no siempre mantuvo la misma consistencia. Compartió que dedicó mucho tiempo a aprender y practicar recetas con la ayuda de un chef amigo, lo que le permitió presentar platos que sorprendieron a los jueces en varias ocasiones.
El diálogo sobre la cocina se tornó emocional cuando Franko tocó el tema de la presión que sentía al cocinar frente a los chefs invitados, incluido Claudia. Reconoció que su presencia lo ponía más nervioso, afectando su concentración. Aun así, expresó su admiración por el nivel de exigencia que el programa demandaba y cómo esto lo impulsó a superarse.
En un giro más profundo, Franko mencionó que, a pesar de las tensiones con Connie, comprendió que la cocina puede ser un espacio para sanar. A través de la cocina, Franko quiere transmitir un mensaje sobre la importancia de la conexión humana y la comunicación, reflexionando sobre cómo a veces las personas pueden proyectar sus propias inseguridades sobre los demás.
Finalmente, Franko se mostró entusiasta por su futuro en la comedia, donde planea abordar temas de cocina y relaciones en su stand-up. Aseguró que, a pesar de la experiencia difícil con Connie, lo vivido en MasterChef fue una lección valiosa que espera llevar al escenario. Su historia es un recordatorio de que, incluso en un ambiente competitivo, las relaciones humanas son fundamentales y pueden influir en la creatividad y el desempeño.