La Trágica Historia de Jorge Mistral: Entre el Éxito Cinematográfico y la Desesperación Personal

La figura de Jorge Mistral, uno de los grandes íconos del cine español de la década de los 60, se ha mantenido viva en la memoria colectiva, no solo por su imponente presencia en la pantalla, sino también por los oscuros matices que marcaron su vida personal. En el transcurso de 50 años después de su muerte, su esposa, Graciela Dufau, ha roto su silencio, revelando detalles desgarradores que arrojaron una nueva luz sobre la tragedia que envolvió a Mistral, un hombre que alcanzó la fama y el éxito en su carrera, pero que luchaba en privado con demonios personales que finalmente lo llevaron a un final prematuro y doloroso.

Jorge Mistral murió hace 50 años, ahora su Esposa rompió su silencio

Jorge Mistral fue un hombre que supo cautivar a millones en la pantalla grande. Su atractivo físico, combinado con una presencia arrolladora, lo posicionó como uno de los actores más deseados en la cinematografía de la época dorada del cine español. Sin embargo, detrás de esa imagen de galán había una vida personal marcada por la tensión, los problemas emocionales y las complejas relaciones familiares. Nacido en España, Mistral comenzó su carrera en los años 40 y rápidamente alcanzó el estrellato, actuando en películas y telenovelas que lo consolidaron como un referente en la industria. A pesar de este éxito profesional, su vida amorosa y familiar estuvo plagada de altibajos.

La primera esposa de Mistral, Cristina Ruiz, fue una aristócrata que se vio atraída por la creciente fama de Mistral en los años 40. Juntos tuvieron tres hijos, pero a medida que la carrera de Jorge despegaba, las tensiones aumentaron. La constante ausencia de Mistral, las largas horas de rodaje y los rumores sobre su infidelidad con actrices de renombre como María Félix y Dolores del Río, erosionaron el matrimonio. Cristina, acostumbrada a una vida de estabilidad, luchó por adaptarse al caos que traía consigo la vida en la industria cinematográfica, y finalmente solicitó el divorcio a principios de los años 60.

Después de su separación, Mistral tomó una decisión drástica: dejó España para mudarse a América Latina, buscando escapar de la atención mediática y encontrar nuevas oportunidades en mercados cinematográficos como Puerto Rico y Argentina. Durante este tiempo, su relación con sus hijos se complicó. Su hijo mayor, Jorge Junior, tuvo dificultades para aceptar la ausencia de su padre en sus años formativos, mientras que su hijo menor, Joaquín, mantuvo una relación más distante y neutral con él, describiéndolo como un hombre apasionado por su arte, pero incapaz de equilibrar esa pasión con su rol de padre.

La Vida y El Triste Final de Jorge Mistral - YouTube

En Argentina, Mistral conoció a Graciela Borges, una joven actriz argentina, con quien tuvo una breve pero intensa relación amorosa. Sin embargo, su historia de amor no prosperó, y fue durante la década de los 70 cuando Mistral encontraría un nuevo refugio en la figura de Graciela Dufau. Ella, también actriz y modelo, fue una de las pocas personas que parecía comprenderlo profundamente. A pesar de los intensos altibajos emocionales que experimentaban, Mistral y Dufau decidieron casarse en 1972, lo que parecía marcar el inicio de un nuevo capítulo en la vida del actor.

Pero la felicidad que ambos compartieron fue efímera. Poco después de su boda, Graciela quedó embarazada, pero el embarazo terminó en tragedia cuando Dufau sufrió un aborto espontáneo que resultó en el nacimiento prematuro y la muerte de su hija. Este evento devastó a la pareja, y la relación de Mistral con Dufau comenzó a desmoronarse. El actor, que ya lidiaba con las sombras de su propio dolor interno, se volvió más cerrado, introspectivo y distante. Aunque su amor por Graciela permanecía, su lucha con la pérdida de la hija que esperaban y su deterioro físico debido a una grave enfermedad marcaron un giro irreversible en su vida.

La enfermedad de Mistral, que fue diagnosticada en 1969 como cáncer de duodeno, agravó aún más su situación. A pesar de los intensos dolores causados por el cáncer, Mistral intentó seguir trabajando, participando en producciones cinematográficas y de televisión, entre ellas la famosa telenovela Hermanos Coraje de 1971. Sin embargo, su salud se deterioraba rápidamente, y aquellos que trabajaban con él notaron su creciente fragilidad. El actor usaba fuertes analgésicos para soportar el dolor, pero su estado físico y emocional era cada vez más evidente.

Graciela Dufau fue testigo de este sufrimiento, aunque, al principio, no sabía la magnitud de la enfermedad de su esposo. Durante meses, Mistral ocultó su diagnóstico, tratando de no preocuparla. A pesar de su debilitamiento físico, Mistral continuó manteniendo una fachada de calma, pero su agotamiento mental y físico era cada vez más visible. La creciente desesperación de Mistral culminó en abril de 1972, cuando decidió poner fin a su sufrimiento.

El trágico final de Jorge Mistral, galán de la Época de Oro - Infobae

El 21 de abril de 1972, Jorge Mistral fue encontrado muerto en su casa en el barrio de Nápoles en la Ciudad de México. Su muerte, a los 51 años, sorprendió a todos, desde amigos cercanos hasta sus seguidores, quienes no entendían cómo un hombre tan exitoso podía tomar una decisión tan radical. La carta que dejó atrás, en la que se disculpaba por los inconvenientes que su partida causaría a su familia y amigos, reveló la desesperación y el dolor que había vivido en sus últimos días. Mistral, conocido por su orgullo, no quería que nadie lo viera en su estado más vulnerable y, por eso, optó por terminar con su vida de manera silenciosa.

La tragedia de su muerte fue un duro golpe para su familia, especialmente para sus tres hijos, quienes se vieron envueltos en una amarga disputa legal por la herencia de Mistral. Aunque su carrera fue exitosa, el actor había acumulado grandes deudas debido a inversiones fallidas y problemas financieros. A pesar de que se descubrió que Mistral había dejado una considerable fortuna, las deudas impagas eclipsaron este hallazgo, lo que llevó a una batalla legal prolongada y conflictiva. La muerte repentina de Mistral también afectó a varios de sus proyectos incompletos, dejando a productores y compañeros de trabajo en una situación complicada.

El legado de Jorge Mistral es, por tanto, una combinación de éxito en su carrera profesional y tragedia personal. Aunque su imagen como galán de cine se ha mantenido en el imaginario colectivo, la realidad de su vida, marcada por el sufrimiento, la enfermedad y la desesperación, resalta la complejidad de las personas detrás de las figuras públicas. La historia de Mistral es un recordatorio de que, detrás de la fama y el éxito, pueden esconderse luchas internas que no siempre son visibles para el mundo exterior.