Ramón Valdés, conocido mundialmente como Don Ramón, es uno de los personajes más icónicos y queridos del universo de “El Chavo del 8”. Este actor mexicano, nacido en Ciudad de México el 2 de septiembre de 1923, dejó una huella imborrable en la cultura popular latinoamericana. Aunque su carrera actoral comenzó mucho antes de encarnar al entrañable Don Ramón, fue este personaje el que lo catapultó a la fama internacional.
A pesar de haber participado en casi 70 películas, la vida de Valdés no siempre estuvo marcada por el éxito económico. Tal como su personaje en la vecindad, Ramón Valdés tuvo una vida llena de luchas y diversos trabajos para mantenerse. Fue comerciante, chofer, y carpintero antes de encontrar su lugar definitivo en el mundo del entretenimiento, gracias a Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito.
Cuando Chespirito le ofreció el papel de Don Ramón, le sugirió que simplemente fuese él mismo. Y eso fue lo que hizo. El personaje de Don Ramón, un hombre humilde, pícaro y de mal carácter pero con un corazón enorme, resonó profundamente en los espectadores. Su relación con personajes como la Chilindrina, el Señor Barriga y Kiko, así como su constante lucha para evitar pagar la renta, se convirtieron en pilares del programa y en momentos memorables para generaciones de fanáticos.
Sin embargo, la vida personal de Valdés fue un reflejo triste de su personaje. Durante los años 80, se le diagnosticó cáncer de estómago debido a su adicción al tabaco. Aunque fue operado, el cáncer se expandió a su columna vertebral, dejándole un pronóstico sombrío. Los médicos le dieron solo seis meses de vida, pero, tal como Don Ramón, Valdés desafió las expectativas y vivió otros cuatro años.
A pesar de su enfermedad, Ramón continuó trabajando hasta el último momento. Formó parte de varios proyectos televisivos y circenses junto a Carlos Villagrán, quien interpretaba a Kiko, otro personaje emblemático de “El Chavo del 8”. Su salud, no obstante, se deterioró rápidamente, y el 9 de agosto de 1988, a los 64 años, falleció en la Ciudad de México.
El funeral de Ramón Valdés fue tan modesto como su vida. Aunque fue una figura ampliamente conocida y querida, la ceremonia fue sencilla, acorde con su personalidad. Algunos de sus compañeros de trabajo asistieron, como Édgar Vivar (El Señor Barriga) y Angelines Fernández (La Bruja del 71), quien lloró desconsoladamente durante casi dos horas junto a su ataúd. Sin embargo, otros notables ausentes, como Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza, generaron controversias y especulaciones entre los fanáticos.
Hoy en día, a más de 30 años de su partida, la figura de Don Ramón sigue viva en la memoria colectiva. Su nieto, a través de redes sociales, comparte imágenes y recuerdos de los últimos días de Valdés, mostrando cómo, incluso en sus momentos finales, no perdió su característico sentido del humor. Aunque se fue sin pagar la renta en la vecindad, su legado cómico y humano dejó una deuda impagable con sus fanáticos, quienes lo recuerdan con cariño y gratitud.
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