Jacobo Zabludovsky, una figura icónica del periodismo mexicano, marcó el rumbo informativo del país durante décadas. Sin embargo, detrás de su impecable carrera profesional, hay una historia personal llena de matices, controversias y pasiones que pocos conocen.
Desde sus humildes inicios en la Ciudad de México hasta los rumores que sacudieron su vida privada, la historia de Jacobo es un relato fascinante que combina amor, traición y los límites entre la realidad y el mito.
Los Primeros Años en la Ciudad de México
Jacobo nació en un entorno modesto en la colonia Doctores, rodeado de calles polvorientas y una atmósfera que apenas insinuaba el bullicio que caracterizaría a la ciudad en el futuro. Su infancia transcurrió en el barrio de La Merced, donde el bullicio de los mercados y la solidaridad vecinal moldearon su carácter resiliente. A pesar de las dificultades económicas, la pobreza nunca fue un obstáculo para su curiosidad y creatividad.
Un punto de inflexión llegó cuando su familia se mudó al barrio de la Condesa, una zona más acomodada. Allí, Jacobo comenzó a observar las diferencias sociales y económicas que moldearían su visión crítica del mundo.
En casa, su padre, David Zabludovsky, un inmigrante polaco apasionado por la literatura, inculcó en él una fascinación por los libros. Cada domingo, recorrían juntos La Lagunilla buscando tesoros literarios, desde Dostoyevski hasta Pushkin. Estas experiencias cimentaron su amor por las palabras y el conocimiento.
La Formación Académica y los Primeros Pasos en el Periodismo
Los años escolares de Jacobo estuvieron marcados por momentos de resistencia y adaptación. Desde su negativa inicial a asistir al kinder hasta su paso por la Secundaria Número Uno, fue construyendo los cimientos de su educación. En la Preparatoria de San Ildefonso, su interés por las humanidades se consolidó, y comenzó a entrelazar la literatura con el periodismo.
Aunque inicialmente ingresó a la Facultad de Derecho de la UNAM sin intención de ejercer como abogado, fue trabajando como corrector de pruebas en el periódico El Nacional donde descubrió su verdadera pasión. Describía el aroma de tinta fresca de las imprentas como “el mejor perfume del mundo”.
Paralelamente, su interés por la radio lo llevó a obtener su licencia de radiodifusión en 1945 y a trabajar bajo la tutela de grandes figuras como Alonso Sordo Noriega y José Pagés Llergo, quienes moldearon su visión del periodismo.
La Controversia y los Rumores
A medida que su carrera despegaba, también crecía el interés por su vida personal. En 1995, un rumor sobre un presunto crimen pasional relacionado con un joven actor lo colocó en el ojo del huracán mediático.
Aunque nunca se confirmaron estas especulaciones, el impacto en su reputación fue significativo. Los rumores también lo vincularon sentimentalmente con figuras como Gloriella, la Princesa Yamal y Rosi Mendoza, vedetes icónicas del cine mexicano.
Gloriella, famosa por sus papeles en el cine de comedia y burlesque, fue relacionada con Jacobo debido a sus encuentros en eventos taurinos, una de sus pasiones. La Princesa Yamal, conocida por su vida llena de escándalos, incluyendo su conexión con el robo al Museo Nacional de Antropología en 1985, también figuró entre los rumores.
Por otro lado, Rosi Mendoza, apodada “la cintura más breve del cine mexicano”, agregó glamour a las especulaciones. Aunque ninguna de estas historias fue confirmada, contribuyeron a construir un aura de misterio alrededor de Jacobo.
Un Amor Inquebrantable: Sara Nerubay
A pesar de los rumores, el amor de Jacobo por Sara Nerubay fue el pilar de su vida. Su historia comenzó en las calles de San Ildefonso, donde se cruzaban regularmente mientras él estudiaba Derecho. Aunque su relación enfrentó críticas dentro de la comunidad judía y rumores sobre motivaciones económicas, su matrimonio en 1954 desafió las expectativas. Amigos y familiares describían su unión como genuina y resistente al escepticismo.
Un episodio destacado fue el momento en que Jacobo compró un anillo que Sara había probado días antes, un gesto tan impulsivo como romántico. A lo largo de los años, su relación mostró que el amor verdadero puede superar los desafíos y las críticas externas.
El Fin de una Era y el Renacer
Tras más de 50 años de lealtad a Televisa, Jacobo enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida profesional al abandonar la empresa. Describió esta transición como “nacer de nuevo”, dejando atrás no solo un trabajo, sino también una identidad construida durante décadas. Este momento de vulnerabilidad conectó a Jacobo con muchos que han enfrentado cambios drásticos en sus vidas.
Un Legado Complejo y Fascinante
La vida de Jacobo Zabludovsky es un mosaico de éxitos profesionales, rumores intrigantes y un amor duradero. Su capacidad para reinventarse y su influencia en el periodismo mexicano lo convierten en una figura inolvidable. Aunque muchas preguntas sobre su vida personal quedarán sin respuesta, su legado sigue siendo fuente de inspiración y fascinación.
¿Qué opinas de la vida de Jacobo? ¿Crees que los rumores y los desafíos personales lo hicieron más humano? Su historia, rica en matices, nos recuerda que incluso las figuras más icónicas tienen lados humanos llenos de deseos, errores y redenciones.