Karen revela a quién habría llamado como refuerzo si Olímpico no llegaba al Desafío – El Sentenciado

En una reciente entrevista, Karen, una de las participantes más queridas del programa “Desafío”, compartió detalles de su emocionante travesía en el reality show y sus experiencias personales.

Con solo 21 años, Karen se encuentra en un momento de su vida donde ha logrado grandes metas: vive en el extranjero, ha encontrado el amor y ha llegado a las semifinales del Desafío.

Sin embargo, también ha enfrentado desafíos emocionales y decisiones difíciles.

Karen comenzó relatando cómo su vida ha cambiado desde que se mudó a Francia. “Mi mamá lloró cuando decidí irme. Era un gran paso, dejar la casa a los 21 años, pero sentí que era lo correcto”, dijo.

Para ella, estar en el programa y vivir en otro país ha sido una mezcla de felicidad y aprendizaje.

La conversación se tornó más intensa cuando se abordó el tema de la “sentencia” y la estrategia de su equipo en el desafío.

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Cuando se le preguntó acerca de su experiencia al recibir el chaleco de sentencia, Karen fue clara: “No lo vi como una manipulación. Fue una decisión dura, pero cada uno tomó su rumbo”.

La presión del momento fue palpable, y aunque había una confianza en su equipo, la atmósfera se volvió tensa al final.

Reflexionando sobre el desafío, Karen compartió que si no hubiera sido por la llegada de Olímpico, habría llamado a otro competidor.

“Estaba segura de que Olímpico diría que sí. La espera fue eterna, pero nunca perdí la fe”, comentó.

La emoción de esos minutos previos a la llegada de su refuerzo fue desgastante, y Karen admitió que su mente oscilaba entre la esperanza y el miedo.

La relación con Olímpico ha sido fundamental para ella, y no solo en el juego.

“Él siempre ha estado a mi lado, motivándome. La conexión que tenemos va más allá de la competencia”, expresó Karen, refiriéndose a cómo se apoyan mutuamente en sus respectivos caminos.

Su historia de amor, que comenzó en Tinder, se ha convertido en un pilar en su vida, y ella se siente afortunada de haber encontrado a alguien tan comprensivo.

La conversación también giró en torno a su motivación para participar en el Desafío.

“Mis amigos y familiares me impulsaron a hacerlo. Tenía que demostrarme a mí misma que podía”, reveló.

La inscripciòn en el programa fue un momento decisivo, y aunque había dudas, su determinación fue más fuerte.

Cuando se le preguntó sobre su vida en París y cómo ha manejado el cambio cultural, Karen admitió que ha sido un proceso desafiante.

“Los primeros meses fueron difíciles, especialmente con el idioma y la adaptación. Pero he aprendido a dejar fluir las cosas”, señaló.

A pesar de las dificultades, ha encontrado en su pareja un apoyo incondicional, lo que ha hecho más fácil la transición.

Hablando de sus planes futuros, Karen se mostró entusiasta.

“Quiero seguir creciendo, no solo a nivel personal sino también profesional. La vida es un aprendizaje constante”, afirmó.

A sus 21 años, siente que ha logrado mucho, pero aún tiene aspiraciones y sueños que desea alcanzar.

Finalmente, cuando se le pidió que le pusiera el chaleco de sentencia a algún participante del Desafío, Karen se mostró reacia.

“Es difícil decidir. Todos están allí por un motivo”, reflexionó. Sin embargo, su humildad y gratitud por la experiencia vivida en el programa fueron evidentes.

En conclusión, Karen es un ejemplo de perseverancia y amor propio.

Su historia resuena con muchos jóvenes que buscan su camino en el mundo, y su paso por el Desafío ha sido una aventura que le ha enseñado valiosas lecciones.

Con un futuro brillante por delante, está lista para enfrentar lo que venga, siempre con la fe y el amor que la han guiado hasta aquí.