A los 53 años, Thalía, conocida como la reina de las telenovelas, finalmente ha roto su silencio y ha revelado una serie de luchas y secretos que había mantenido ocultos durante años. La cantante y actriz, famosa por sus papeles en telenovelas icónicas como María la del Barrio, ha compartido aspectos de su vida personal que han sido fundamentales para entender su historia, desde su batalla contra una enfermedad crónica hasta las complejidades de sus relaciones amorosas.
En 2006, la vida de Thalía dio un giro inesperado cuando fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme, una condición debilitante causada por una bacteria transmitida por las mordeduras de garrapatas. Durante dos años, experimentó síntomas severos que los médicos no lograban identificar de manera correcta. Fue hasta 2008 cuando la cantante reveló públicamente que padecía esta enfermedad incurable. La enfermedad de Lyme se manifiesta con síntomas como fiebre, erupciones, parálisis facial, dolores articulares intensos, mareos, y neuralgia, entre otros. Thalía experimentó todos estos síntomas de forma devastadora, describiendo su sufrimiento como una lucha que cambió su vida.
En su autobiografía Creciendo más fuerte, Thalía relató el calvario que vivió durante esos años, describiendo episodios de sudoración extrema, caída del cabello, y dolor intenso, incluso en sus ojos y piel. Su sensibilidad se volvió tan extrema que el contacto con las sábanas era insoportable. Durante una entrevista, la artista compartió lo cerca que estuvo de la muerte: “Miré a mi esposo a los ojos y le dije: ‘Este es el último día que me verás viva’”, confesó, recordando los momentos más duros de su enfermedad.
El camino hacia el diagnóstico fue largo y lleno de obstáculos. Al principio, los médicos descartaron sus síntomas como depresión postparto, pero Thalía, desconcertada y frustrada, comenzó su propia investigación. Fue gracias a su empeño que descubrió la posible causa de su malestar, lo que llevó a los médicos a confirmar que padecía de Lyme. Comenzó un tratamiento intensivo con antibióticos y otros medicamentos, aunque el proceso fue agotador. Después de dos años y medio, la cantante pudo iniciar un proceso de recuperación, aunque los síntomas nunca desaparecieron por completo. En la actualidad, Thalía se encuentra en remisión, lo que significa que sus síntomas están controlados, pero sigue siendo vulnerable a recaídas bajo ciertas condiciones, como el estrés o el consumo de sustancias que pueden debilitar su sistema inmunológico.
A pesar de los constantes desafíos que la enfermedad de Lyme le ha presentado, Thalía ha adoptado un estilo de vida que le ha permitido mantenerse en pie. Ha recurrido a la meditación, la alimentación saludable y el ejercicio regular como una forma de combatir los efectos de la enfermedad. Sin embargo, admite que su cuerpo sigue sintiendo dolor cada mañana, como si fuera atropellada por un tren. A pesar de ello, se niega a dejar que el dolor la detenga, y sigue adelante con su vida y su carrera.
Además de su lucha contra la enfermedad, la vida amorosa de Thalía ha sido un tema recurrente en los titulares. Desde sus relaciones con figuras públicas hasta su matrimonio con el ejecutivo musical Tommy Mottola, la vida romántica de Thalía ha estado marcada por altibajos y momentos de gran emoción. En 1995, protagonizó con Fernando Colunga la exitosa telenovela María la del Barrio, y su química en pantalla desató rumores sobre una relación fuera de los set. Aunque su romance fue en su mayoría privado, la pareja estuvo muy enamorada. Sin embargo, su relación terminó en 1998 debido a la presión pública y la constante atención de los medios.
Antes de Colunga, Thalía tuvo una relación significativa con Alfredo Díaz Ordaz, el hijo menor del expresidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz. Esta relación, que comenzó a principios de los años 90, estuvo marcada por una importante diferencia de edad de 20 años. Trágicamente, Alfredo falleció en 1993 debido a complicaciones de la hepatitis C, lo que dejó a Thalía devastada. La pérdida fue tan profunda que la cantante recordó cómo afrontó el dolor corriendo sin rumbo, perdida en el sufrimiento.
A mediados de los 90, Thalía vivió otro romance con el actor Jaime Camil, aunque este también terminó debido a la carrera de Thalía, que la llevó a mudarse a España. Aunque la relación fue breve, ambos guardaron un cariño y respeto mutuos. En ese mismo período, también circularon rumores de un romance con el cantante Luis Miguel, pero nunca se confirmó de manera oficial.
Finalmente, después de una serie de relaciones fallidas, Thalía encontró la estabilidad emocional y el amor verdadero con Tommy Mottola. Su historia de amor comenzó en 1998, cuando un amigo en común los presentó en una cita a ciegas. A pesar de la barrera del idioma, ambos sintieron una conexión inmediata. Dos años después, se casaron en una ceremonia elegante en Nueva York. La relación de Thalía con Tommy ha sido un refugio seguro para la cantante, y a lo largo de los años, ambos han superado los obstáculos del escrutinio público. Juntos, han formado una familia y han demostrado que su amor es sólido, a pesar de los rumores y críticas que los rodean.
Hoy, Thalía es un ejemplo de resiliencia y fortaleza. Su historia no solo inspira a quienes luchan contra enfermedades crónicas, sino también a aquellos que enfrentan adversidades en su vida personal. La cantante ha logrado transformar el dolor en un impulso para seguir adelante y seguir construyendo una vida llena de propósito.