Lucero Hogaza León, conocida como “La novia de América”, ha sido durante décadas una figura icónica en la música, el cine y la televisión. A sus 55 años, sigue cautivando a sus seguidores no solo con su talento y carisma, sino también con las historias que ha decidido compartir sobre su vida personal, en particular los amores que marcaron su corazón.
Una Carrera Brillante desde la Infancia
Nacida el 29 de agosto de 1969 en Ciudad de México, Lucero mostró su talento desde muy pequeña. A los 10 años debutó en el programa infantil Alegrías de mediodía, pero fue en 1982, con la telenovela Chispita, cuando su carrera despegó definitivamente.
Este éxito inicial la llevó a protagonizar otras producciones inolvidables como Lazos de amor, Soy tu dueña y Alborada, consolidándose como una de las actrices más queridas de América Latina.
Paralelamente, Lucero se aventuró en el mundo de la música, lanzando su primer álbum Te prometo en 1982. Desde entonces, ha publicado más de 20 discos en géneros que van del pop y las baladas a la música ranchera y de banda. Canciones como Electricidad y Veleta se convirtieron en clásicos de la música latina, cimentando su lugar como una de las cantantes más versátiles y reconocidas de la región.
Lucero también brilló como presentadora de eventos prestigiosos como los Latin Grammy y programas televisivos. Su profesionalismo, carisma y conexión con la audiencia han sido claves para mantenerse vigente en un mundo del espectáculo siempre cambiante.
Amores que Dejaron Huella
Aunque su carrera ha sido ampliamente documentada, Lucero ha mantenido aspectos de su vida amorosa bajo reserva, hasta hace poco. En una reciente entrevista con Jordi Rosado, la cantante reveló detalles de su relación especial con Luis Miguel durante la filmación de Fiebre de amor en los años 80. Aunque nunca formalizaron una relación, Lucero confesó que existía una conexión especial entre ambos.
“Nos queríamos mucho, pero entendí que enamorarme de él significaba sufrimiento porque nuestras vidas iban en direcciones diferentes”, explicó Lucero. A pesar de que su relación quedó en un recuerdo juvenil, marcó un capítulo importante en su vida.
Más adelante, Lucero vivió un breve romance con el actor Guillermo Capetillo, a quien admiraba desde niña. Su relación, aunque fugaz, fue muy significativa. La cantante recordó cómo cumplió su sueño infantil de estar con él, pero las exigencias de sus carreras los llevaron a separarse tras ocho meses juntos.
Otro capítulo memorable de su vida amorosa fue su relación con el presentador chileno Felipe Camiroaga. Lucero recordó con cariño momentos especiales compartidos en Chile, especialmente una tarde en la que hablaron sobre el futuro frente a una puesta de sol. Aunque su historia con Camiroaga también fue breve, dejó una huella imborrable en su memoria, especialmente tras la trágica muerte del presentador.
El Matrimonio con Manuel Mijares y el Futuro de su Relación
Uno de los amores más significativos de Lucero fue con el cantante Manuel Mijares, con quien estuvo casada desde 1997 hasta 2011. Juntos tuvieron dos hijos, Lucerito y José Manuel, y aunque su matrimonio terminó, ambos han logrado mantener una relación amistosa y profesional.
En entrevistas recientes, Lucero ha compartido cómo sus hijos no están interesados en que sus padres retomen su relación romántica. “Siempre me dicen: ‘No, mamá, no lo hagas’, y me hace reír cómo defienden esa idea”, comentó entre risas. A pesar de esto, Lucero y Mijares siguen colaborando juntos en conciertos y eventos, mostrando que su amistad y respeto mutuo son pilares fundamentales de su vínculo.
Una Relación Privada con Michel Kuri
Después de su separación de Mijares, Lucero inició una relación con el empresario Michel Kuri en 2012. Aunque ambos mantuvieron su romance fuera del foco público, Lucero describió cómo la conexión inicial se dio por la admiración que sentía hacia la manera en que Kuri hablaba de sus hijos. Durante años, su relación se mantuvo sólida, pero finalmente tomaron caminos separados en 2024.
Un Legado de Amor y Autenticidad
Lucero ha demostrado que detrás de la estrella hay una mujer con emociones genuinas y una capacidad admirable para equilibrar su vida profesional y personal. Su sinceridad al hablar de sus amores pasados ha fortalecido aún más la conexión con sus seguidores, quienes ven en ella no solo a una figura pública, sino a un ser humano que, como todos, ha vivido momentos de amor, desamor y reflexión.
Hoy, Lucero sigue siendo un símbolo de reinvención, perseverancia y autenticidad, dejando claro que su historia, tanto en lo profesional como en lo personal, sigue siendo inspiradora para muchas generaciones.